En algún lugar
Te recuerdo. Te recuerdo mejor de lo que me hubiera imaginado aquella mañana, la mañana del antes y el después.
Te recuerdo en la cocina, con ese olor dulce embriagándome, con el deseo de que llegara la hora del postre, ese instante donde me permitías cometer algún pecado.
Recuerdo la calidez de tus manos curando mis heridas, calmando mis llantos y acariciando mis buenas acciones.
Recuerdo la elegancia que te cubría, en cada acto, en cada momento. Daba igual si estabas trabajando el campo o si te dirigías al baile vestida de gala.
Recuerdo lo embobada que me quedaba observando todo lo que hacías, lo feliz que me sentía por ser importante para ti.
Te recuerdo sonriente. Recuerdo lo pillas que éramos a veces cuando vengábamos alguna injusticia.
Recuerdo las historias que me contabas esas tardes de verano que prometían ser aburridas, pero que finalmente se volvían maravillosas cuando las llenabas con tu paciencia, tu dedicación y ese amor tan profundo que sentías por mí. Y yo por tí.
Te recuerdo en los abrazos que me consolaban cuando todo parecía tan desolador.
Recuerdo ese vestido precioso que consiguió calmar mi llanto inagotable aquella tarde en que alguien se propuso chincharme como tantas otras veces...
Recuerdo la fascinación que me producía verte hacer todas esas cosas que sabías hacer tan bien.
Recuerdo lo que me entristecía verte preocupada esas pocas veces que se llenó de odio y tensión todo el ambiente que nos rodeaba. Y que tú supiste explicarme sin causarme rencor hacia nadie.
Recuerdo las historias que me contabas bajo aquella higuera ancestral, con mi gorrito de mayor que me cubría entera, y sobre esa manta mullidita de cuadros.
Te recuerdo mágica. Recuerdo lo bien que entendías mis preocupaciones, los consejos que me dabas. Los sueños y los deseos que compartíamos.
Recuerdo todos los deseos de felicidad que tenías para mí. Las ganas de verme crecer y convertirme en la mujer que soy, quizá no la que tu te imaginabas, pero yo, al fin y al cabo.
Recuerdo la despedida sin palabras, aunque yo no lo supiera. Recuerdo la sensación de entender lo que es la vida y lo que es la muerte.
Te recuerdo imborrable en mi memoria.
Guías mis pasos.
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