No depende de mí

Y es que, cuando las cosas no están en tu mano, poco puedes hacer para cambiarlas.

A veces te encuentras inmerso en circunstancias y situaciones en las que tienes nulo control. Eres un mero espectador de lo que ocurre, y la impotencia que sientes, en inversamente proporcional a las ganas que tienes de poder hacer algo.
Es como leer un libro sobre tu vida, y no poder adelantar páginas a ver si te haces una idea de si la cosa mejora. No puedes más que leer y leer páginas de relleno, donde las líneas te llevan por donde ellas marcan. Ver una película, encontrarte rodeado de personajes incontrolados e incontrolables. Ojear por una ventana el ir y venir de personas que ni captan tu mísera existencia.
Ves pasar un día tras otro. Iguales a pesar de las mínimas diferencias.

Y tratas de tener una pequeña sensación de tomar las riendas, eligiendo cambiar de marca de leche en el súper. Haciendo un día diferente quedando con personas distintas. Obligarte a pensar que es genial tener tiempo libre, aunque no sepas bien qué hacer con él.

Y te dan ganas de borrar. Presionar en botón de Esc y salir de todas estas ventanas que ahogan tu procesador. De poder Formatear y crear un escritorio limpio y vacío, donde empezar de nuevo a ver si la cosa funciona mejor, aún cuando lo que deseas es pasarte a Mac y olvidarte de los viejos problemas...

Y lo peor es que sabes que no depende de tí. Porque nada está en tu mano más que el decir, borrón y cuenta nueva. Y empieza a imaginar que podrás crear un universo con tu mente. Porque lo que es material, no tienes ni por donde empezar...

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