Y todo está al revés
Tanto tiempo esperando, trabajando, soñando, ahorrando, sufriendo, viviendo sin vivir, anhelando y sintiendo esperanzas de un futuro mejor, y en menos de una milésima de segundo, todo el castillo de naipes se derrumba por un torpe soplido sin mala intención...
Pero cayó, como se caen las palabras de tu boca, como tus actos indican otra cosa, como todo se vuelve del revés.
Desilusión, apatía, tristeza y obligación de volver a empezar. Porque no hay más remedio, la rendición nunca ha sido mi sino.
Volver a construir un castillo de sueños, de esperanzas e ilusiones. Esperando que nadie venga a observar mi construcción, por si acaso se le ocurre estornudar, y toque volver a empezar.
A veces la soledad es la mejor manera de que nadie meta las narices en tus sueños.
Aunque nunca me gustó estar sola.
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