Castañas


Calles mojadas tras el manto de la lluvia de otoño, el cielo despejado dejando paso a la noche madrugadora, el viento frío que acaricia la cara. El sonido de los pasos, el murmullo de la ciudad, un violín como banda sonora, olor a castañas. Un niño que se ríe y un padre que lo observa, unas manos sabias que recogen un puñado, un cucurucho que se llena y un alma que se alegra.
Sonrisas tras la espera, calor en las manos, olor a ceniza y las luces de la calle.
Abriendo esos pequeños regalos, notando el calor en los labios, el sabor de las castañas, el olor de la ciudad, tu presencia, el sonido de la risa, el sabor de las cosas.
Reposo tras el paseo, frio en el cuerpo, olor a cera, luz parpadeante.
Un café que llena los sentidos, un cigarro que inunda el aire, una voz que me suena y unos ojos que me hablan.
El reloj que no para, el tiempo se acelera, las personas que se marchan, la vida que no espera. Un abrigo contra el frio, una sonrisa para el alma, miradas que explican que el mundo no se para, una ilusión que crece y una responsabilidad que no acaba...
Un beso en la frente antes de irse a la cama, un murmullo en la almohada y una sonrisa que siempre abraza...

Comentarios

Oправдал ha dicho que…
Hola

como estas, esta genial tu blogger

enserio! me has sorprendido! weno suerte! cuidate! pasa por el mio

Entradas populares de este blog

Palabra

Hasta los cojones

Supongo